Programa CPCI_XIV Simposio y IX Asamblea Comité Permanente sobre el Catastro en Iberoamérica

María Alicia Muñoz Musre

Históricamente gran parte de los modelos catastrales existentes fueron motivados por un uso primigenio en el ámbito tributario inmobiliario, que fue progresivamente complementándose en materia de titulación y conocimiento del territorio. Cierto es que, día a día, el empleo de los datos catastrales en múltiples ámbitos, ha incrementado exponencialmente la generación de nuevas utilidades, productos y servicios; pero hay que ser consciente de que es la recaudación de los tributos inmobiliarios, en una concepción plural, la que sigue exigiendo a la Institución catastral que investigue e interprete el mercado inmobiliario; diseñe e implemente unas normas de valoración técnicamente robustas, confiables y comprensibles; cuantifique y actualice los valores catastrales asignados; potencie su reutilización en todas aquellas actividades en que, tanto las Administraciones públicas como la sociedad, requiera de ellos; y socialice el procedimiento para que los administrados, en su faceta de obligados tributarios, asuman los valores catastrales como una componente más de la descripción de sus bienes. La presión de las Haciendas locales para garantizar, a través de estos tributos prediales, parte de su autonomía de gobierno, la cual obviamente se apoya en su autonomía financiera, no coincide con sus compromisos administrativos, técnicos y políticos, destinados a favorecer los procesos de implantación y conservación catastral. La escasa cooperación institucional y los reducidos (en ocasiones) recursos municipales, no favorecen la confección de un catastro unificado y universal, correctamente conservado, con valores catastrales referenciados al mercado y coordinados espacialmente. Esta complejidad en materia tributaria, derivada de la falta de información catastral y/o la escasa -en ocasiones- calidad de ella, tampoco se ve favorecida con procesos de recaudación claramente ineficientes. Es por ello, que el uso plural de los datos catastrales, la materialización formal de los mismos como teselas de una infraestructura -cierta- del territorio, avanza lentamente. La aproximación a los fedatarios públicos, el incremento de la precisión métrica y la eficacia en los procesos de conservación, deben complementarse con la asignación correcta de unos valores catastrales confiables y entendibles, para convertir a la Institución Catastral en fuente plural y accesible de información territorial (espacio, derechos y valores), con lo que realmente será aprovechada para múltiples objetivos. El Comité Permanente sobre el Catastro en Iberoamérica, conocedor de estas realidades, decidió en su última asamblea asumir el compromiso de abordar la problemática descrita en un Simposio monográfico. Un análisis crítico y constructivo, articulado sobre experiencias de los diferentes agentes que intervienen en esta triple actividad: catastral, tributaria y recaudatoria, apuntalada sobre la troika que conforman los datos catastrales: geometría, titularidad y valor. Reto que se arrogó el Servicio de Impuestos Internos de Chile, una Institución que ha sabido perfeccionar el modelo de valoración catastral satisfaciendo las demandas del resto de Administraciones públicas, sector empresarial y a la Sociedad en su conjunto, dando respuesta así al compromiso constitucional de lograr una justa y equitativa tributación predial.

Event: CPCI_XIV Simposio y IX Asamblea del Comité Permanente sobre el Catastro en Iberoamérica_2023

Only personal, non-commercial use of this document is allowed.

Document type:Programa CPCI_XIV Simposio y IX Asamblea Comité Permanente sobre el Catastro en Iberoamérica (302 kB - pdf)